La Asociación Asturiana de Amigos de Israel desea expresar su más firme condena ante las declaraciones pronunciadas por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en el Parlamento español al referirse al Estado de Israel como “Estado genocida”.
Tales palabras, emitidas desde la más alta representación del poder ejecutivo español, no solo son injustas y profundamente ofensivas, sino que carecen de fundamento jurídico y distorsionan gravemente la realidad. La acusación de genocidio es extremadamente grave y debe ser utilizada con el máximo rigor, no como herramienta política ni como eslogan ideológico.
Israel es una democracia consolidada, con un Estado de Derecho en funcionamiento, donde la separación de poderes, la libertad de prensa y la defensa de los derechos humanos son pilares fundamentales. Las Fuerzas de Defensa de Israel actúan bajo estrictas normas éticas y jurídicas, incluso en situaciones de conflicto, en defensa de su población y frente a amenazas reales y persistentes.
Este tipo de acusaciones infundadas no solo dañan las relaciones internacionales y socavan la credibilidad institucional de España, sino que también alimentan el antisemitismo, un fenómeno que sigue presente en nuestras sociedades, que ha experimentado un alarmante incremento desde los ataques del 7 de octubre y que ha provocado algunos de los episodios más oscuros de la historia europea. Vincular falsamente al pueblo judío o al Estado de Israel con crímenes como el genocidio fomenta el odio, legitima el acoso y pone en riesgo la seguridad de comunidades judías dentro y fuera de nuestras fronteras. La historia nos ha enseñado a qué conduce este tipo de retórica, y es responsabilidad de todos, especialmente de los líderes públicos, evitar que se repita.
Desde nuestra Asociación reiteramos nuestro compromiso con la paz, el diálogo y la convivencia, pero también con la verdad y con la defensa de los valores democráticos que compartimos con el pueblo de Israel. Llamamos al presidente del Gobierno y a todos los representantes públicos a ejercer su responsabilidad institucional con mayor mesura y respeto, contribuyendo a la desescalada y al entendimiento, en lugar de alimentar el odio y la polarización.
En nombre del respeto mutuo, la verdad y la justicia, solicitamos una rectificación inmediata y un retorno al lenguaje responsable que debe guiar toda acción pública.