Enfoque Judío | El sesgo de confirmación y la guerra de Gaza

Autora: Jimena García Herrero

En estos últimos días, medios de comunicación y representantes políticos han denunciado con vehemencia la desinformación y los sesgos informativos en torno a los altercados de Torre Pacheco. Hablan de sesgo de confirmación y ponen el grito en el cielo ante los juicios apresurados, las imágenes sacadas de contexto o falsas y las conclusiones ideológicas que muchos están extrayendo sin contrastar. Y hacen bien: ante episodios de violencia alimentada por discursos de odio, es necesario alzar la voz, exigir responsabilidad y no permitir que la mentira campe a sus anchas.

Lo que me resulta difícil de comprender es la ceguera selectiva con la que actúan muchos de esos mismos medios y políticos. Los que hoy reclaman rigor y cautela llevan años informando sobre el conflicto Palestino-Israelí —especialmente desde el ataque del 7 de octubre—, bajo un profundo sesgo de confirmación, amplificando relatos de grupos terroristas, ignorando contextos incómodos y reforzando marcos ideológicos que, en lugar de buscar soluciones, perpetúan el conflicto y reavivan viejos prejuicios.

Vivimos tiempos en los que no solo se lucha con armas, sino con imágenes, titulares y narrativas. En la actual guerra entre Israel y Hamás, gran parte de la opinión pública occidental ha adoptado una posición clara: Israel es el agresor, los palestinos las víctimas. A pesar del 7 de octubre. A pesar de las violaciones, agresiones sexuales y masacres perpetradas por Hamas. A pesar de los secuestrados. A pesar de los misiles.Y aunque las imágenes de la guerra tienen elementos de verdad, están profundamente condicionadas por un fenómeno psicológico que opera con fuerza tanto en medios de comunicación como en grupos activistas: el sesgo de confirmación.

El sesgo de confirmación es la tendencia a buscar, interpretar y recordar la información que reafirma nuestras creencias previas, ignorando o desacreditando aquella que las contradice. No es solo una debilidad individual; también es un filtro colectivo que moldea el relato de lo que ocurre en Gaza.Dicho de otro modo, no actúa solo a nivel de individuos aislados (como una persona que solo lee lo que refuerza su opinión), sino que también funciona a nivel social y mediático.Un patrón compartido.Gruposideológicos, medios de comunicación, movimientos activistas, etc., construyen y refuerzan colectivamente narrativas que confirman su visión del conflicto.


«Sólo encuentro una respuesta: el eco de un antisemitismo milenario, reciclado en forma de antisionismo virulento.»


Y entonces me pregunto,¿cuáles son esas creencias previas que se reafirman con el sego de confirmación? ¿Qué hace que miles de personas y medios de comunicación—desde el mismo 7 de octubre, cuando aún los terroristas de Hamás y habitantes de Gaza seguían bañándose en la euforia de la sangre israelí derramada— busquen desde el principio solo narrativas que demonicen al Estado de Israel, a su población y a los judíos?

Sólo encuentro una respuesta: el eco de un antisemitismo milenario, reciclado en forma de antisionismo virulento.

No trato de acusar de antisemitismo a toda crítica legítima a Israel, sino de señalar cómo determinadas estructuras mentales y culturales predisponen a interpretar el conflicto desde una visión que presenta a Israel como mal absoluto, a los judíos como un bloque homogéneo y culpable, y a cualquier defensa del Estado como propaganda genocida.

Tampoco trato de negar la existencia de sufrimiento palestino —que es real, brutal y debe ser atendido—, sino de señalar que en muchos espacios mediáticos propalestinos, este sesgo se manifiesta de manera sistemática. Las noticias seleccionadas, las imágenes difundidas y los términos utilizados responden más a una lógica de reafirmación ideológica que a una búsqueda honesta de verdad o justicia.

Hay infinitos ejemplos de este sesgo.Cuando se informa de bombardeos israelíes sobre Gaza, se omite el contexto: los brutales ataques de Hamás, el uso deliberado de escudos humanos, el lanzamiento de misiles sobre Israel, o la estrategia de construir túneles y arsenales bajo hospitales y escuelas. Se asume sin crítica la veracidad de las cifras y de los hechos proporcionados por el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por la organización terrorista Hamás, mientras que se desconfía sistemáticamente de los datos israelíes o de informes independientes que no encajan con el relato victimista.

La manipulación visual también es brutal. Imágenes desgarradoras de niños muertos o edificios en ruinas —a veces incluso tomadas de otros conflictos o filmadas como películas propagandísticas— circulan sin control. La etiqueta de «genocidio» se emplea con ligereza, vaciando el término de su gravedad jurídica y moral. Palabras como «resistencia» sustituyen a «terrorismo», y «las colas del hambre» abren los informativos. Así, el lenguaje deja de describir la realidad para convertirse en un arma de propaganda.

Las narrativas se vuelven absolutas. La complejidad del conflicto, sus raíces históricas, las responsabilidades compartidas, desaparecen. Lo que queda es un relato simplificado, útil para las movilizaciones y la polarización, pero incapaz de aportar soluciones.

Las consecuencias son graves. La violencia antisemita galopa desbocada.


«En tiempos de guerra informativa, el primer acto de resistencia es buscar la verdad, aunque incomode nuestras certezas.»


Quien quiera defender los derechos humanos debe hacerlo desde la verdad, no desde la consigna. La solidaridad con el pueblo palestino no debe implicar la legitimación de organizaciones terroristas ni la difusión acrítica de propaganda. Y la crítica al gobierno israelí —necesaria en muchos casos— no puede convertirse en un pretexto para blanquear el antisemitismo o negar el derecho de Israel a existir y defenderse.

En tiempos de guerra informativa, el primer acto de resistencia es buscar la verdad, aunque incomode nuestras certezas. Porque solo desde la verdad será posible, algún día, imaginar una paz ▪

Fuente: https://enfoquejudio.es/el-sesgo-de-confirmacion-y-la-guerra-de-gaza/

Asociación Asturiana de Amigos de Israel
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